Samuel R. G. / @samuelrgarcia
No fue como cuando Vicente Fox le entregó el poder a Felipe Calderón, porque el sistema notó que podría ser sumamente arriesgado exponer a sus narcotíteres de nueva cuenta, como sucedió en aquella ocasión.
Bien. Ahora ya Peña Nieto, con todo y un PRD
desmantelado, modosito y "empinadito", adicional a una organización MORENA
quesque pacífica y "amorosa", pero que repite los mismos vicios del clientelismo
y corporativismo del PRI arcaico, difícilmente alguien podrá evitar que concluya
el mentado Peña sus seis años de quesque gobierno.
Cuando Calderón recién comenzó a usurpar la
presidencia de México, muchas personas decían que era casi seguro que el cobarde
Fe-Cal no terminaría el sexenio, pero "oh sorprais", sí concluyó y lo hizo de la
forma más vil y cínica que uno se pueda imaginar. Y suenan versiones similares
para el caso de Peña Nieto alías EPNdejo, que no terminará su sexenio. La mera
verdad, es más fácil que logren reelegirlo y perpetuarlo en el poder, a que el
PRI pierda Los Pinos en 2018.
Hoy decían en los medios
convencionales "comienza una nueva era", claro, pero de saqueo, de robos, de
trampa, de corrupción y de más tranza. Es la misma payasada nada más que
cambiaron a los personajes, entran unos por otros y al final del día el saldo
negativo se le carga al Pueblo mexicano.
Lamentablemente no existe organización o frente
sólido que pueda encarar y desafiar al sistema como debería de ser. Pienso que
la organización vecinal, desde abajo, si empezamos en nuestros barrios y
colonias, quizás allí podría aparecer una rendija para arrancar un esfuerzo a
mayor escala y transformar las cosas.
Yo no deseaba que Peña Nieto rindiera protesta
como lo hizo, hubiera esperado más repudio o rechazo, más actos de resistencia y
protesta, pues estamos hablando -sin querer caer en vulgaridades- de uno de los
personajes políticos de toda nuestra historia, con un nivel de pendejez que para
qué les cuento.
El show tiene que continuar y la gente seguirá
agachada, conformándose con su pequeño y diminuto mundo, reduciendo su
existencia al clásico Yo-Yo, primero yo, después yo y al final yo. Y está bien,
ok, perfecto, hay que ver primero por uno mismo y luego tener argumentos para
poder ver por otros y por lo que me rodea. Pero creo que hoy en día ya han
existido numerosos casos y esfuerzos de "concientización" de la gente y los
resultados son pocos, por no decir, nulos. En mi opinión el fracaso y ridículo
lo padecemos porque entre nosotros mismos no nos sabemos poner de acuerdo y
cuando más o menos lo logramos no falta quien quiera agandallarse, colgarse la
medalla, llevarse el crédito de una lucha honesta y caer en el mismo círculo
vicioso de la clase política podrida y putrefacta.
Hay algunas corrientes y grupos que pretenden
hacer presión a lo largo de los 6 años que durará el EPNdejato, para que
probablemente en un mediano plazo, el narcotítere deje el cargo... aja, sí, ¿y
luego...?, ¿quién le entraría al quite?
Aquí damas y caballeros no se trata de nombres
y personajes, sabemos muy bien que el tablero político a nivel nacional e
internacional no se mueve con estos personajes que diariamente son mencionados
por radio y TV. No. Sabemos que existe un poder real y fuerte, sólido, casi
inquebrantable, un poder detrás del poder, mismo que impone ahora condiciones
para que nos quedemos agachaditos recibiendo una lanita de Soriana por haber ido
a votar por el PRI.
De lo que se trata es de que te pongas las
pilas en donde vives y ahí detones el cambio, no hay de otra, empezando por tu
propia casa, dando solución a algún conflicto o malentendido. Hoy más que nunca
como vecinos tenemos que estar unidos porque la delincuencia ORGANIZADA lo que
busca es exprimirnos al máximo. Nada como tener confianza en el vecino de a lado
o enfrente y llevar una vida tranquila, sin necesidad de problemas.
Hasta aquí le dejamos porque es hora de tomar
medicamento... y no quiero hacer corajes. Un saludo a todos y mi más sincera
admiración y respeto a los que tuvieron los tamaños para ir a repudiar en San
Lázaro a Peña Nieto, pese al narcocerco o la narcoprotección que le
brindaron.