El sindicalismo es una necesidad para el asalariado; los dones de la tierra son un don del creador para todos sus hombres, donde el obrero debe tener una participación más justa en esos bienes… Si el obrero quiere asumir la parte de responsabilidad que le incumbe en la dirección del trabajo, en la reforma de las estructuras económicas de su país y del mundo; no tiene más que un camino: Unirse a sus compañeros de trabajo. (El diálogo no impone, no manipula, no domestica, no esloganiza)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario